Case Study
Wallapop
El objetivo del proyecto era encontrar una tensión social lo suficientemente importante, para necesitar de una marca ya existente, que, pese aparentemente no ser la idónea, con ayuda de una buena justificación y análisis, fuera capaz de crear un producto que nos diera una posible solución a esa tensión.
Cada año las familias españolas tienen más gastos con los mismos o incluso menos ingresos. Los gastos por familia en el sector de la educación están alcanzando cifras devastadoras. La educación, también la gratuita, cada vez cuesta más. Las familias españolas se gastaron 11.417 millones de euros en esta partida el año 2019, según datos del Ministerio de Educación publicados en el Sistema Estatal de Indicadores de Educación. Eso solo en la educación reglada, la que se da en los circuitos oficiales. Si se añade todo lo que hay alrededor, la educación no reglada, el gasto sube hasta los 19.811 millones de euros ese mismo año. Este apartado de gastos familiares no ha parado de crecer desde que hay registros, en 2004 (con la excepción de un par de años en los que se estancó), y la estadística refleja una subida del 56% en estos 17 años.
Este curso, por alumno, las familias van a tener que gastarse una media de 405€ en la vuelta al cole. Casi la mitad de este gasto es debido al incremento que han ido sufriendo los libros de texto.
Nuevo producto
Creación de un producto que nos pueda dar respuesta a esta tensión social. Un producto económico que las familias puedan adquirir fácilmente, y que ayude en el proceso de la adquisición de nuesvos libros.
Libros de segunda mano
Es por esta razón, por la que decidimos crear un subrayador que desaparece con el tiempo, sin tener que borrar o hacer ningun tipo de esfuerzo. Así lograremos que los niños puedan comprarse (o heredar) libros de segunda mano, completamente limpios, como si fueran nuevos.
Estrenar un libro
Somos conscientes de que, normalmente, las condiciones en las que te llega un libro de segunda o tercera mano, no son las mejores, por lo que queremos ayudar a aquellas familias que no pueden estrenar libros, y que así, sientan el libro lo más nuevo posible. De igual forma, también estaremos contribuyendo a que esa familia pueda revender el libro a un mejor precio por no estar rayado.
El objetivo, en este caso, era identificar a una empresa, que pudiera hacerse cargo de la producción de este producto, pero no por su infraestructura, sino por sus valores y filosofía empresarial.
Somos conscientes de que un producto de estas características, sería algo complicado para una empresa que realmente solo se encarga de proporcionar un servicio, pero como veremos a continuación, pensamos que sería el candidato idóneo, para sacar algo de estas características, ya sea con una colaboración con una empresa como Stabilo o Bic, o por su propia cuenta.
App creada en 2013
Wallapop se funda en septiembre de 2013 por Agustín Gómez (CEO de Wallapop) en Barcelona. Surge de la idea de crear una alternativa de consumo sostenible. Hasta la llegada de Wallapop ninguna de las plataformas ya existentes de segunda mano ofrecían una solución móvil nativa, que se adaptara a las nuevas formas de consumo: rápidas, locales y de fácil uso.
Espíritu de la empresa
La misión de Wallapop es impulsar un consumo más consciente a través de una experiencia de intercambio más humana. Es una herramienta que fomenta el “warm internet”, el Internet caliente, ya que se promueve un contacto humano a la hora de consumir.
Aspecto sostenible
Relacionado con los valores anteriores, en Wallapop, se opina que el primer paso para un consumo sostenible, es un consumo consciente. Uno de los valores que se intenta fomentar en la empresa, es el conocer qué estás comprando y de dónde proviene, ya que cuando no lo necesites más, tendrá un valor diferente en la segunda mano. Ellos optan por darle ese valor nuevo a la segunda mano, que empieza al principio del ciclo.
Economía colaborativa
El modelo de negocio de Wallapop es una economía colaborativa, basada en facilitar a los usuarios la adquisición de productos a un coste mucho menor a través de la tecnología. Se vió como los valores y filosofía de Wallapop, coincidían completamente con la solución creativa que habíamos aportado para la tensión social.
“Diríamos que Wallapop es una opción inteligente, y una plataforma capaz de aunar diversos perfiles para hacer un planeta más sostenible”.
En una entrevista realizada por Cicloesfera, el responsable de marketing de Wallapop, hacía mención a los diferentes tipos de usuarios de Wallapop, y este es uno de los múltiples factores que hemos ido seleccionando para la elección de la empresa y para nuestro producto. En la entrevista, se decía que existen muchos tipos de usuarios en la plataforma. Hay personas que utilizan Wallapop para ahorrarse dinero (nuestro target) comprar a precios más baratos que en el mercado de la primera mano, y por supuesto hay otros tipos de usuario que prefieren hacer un consumo más consciente y comprar de segunda mano por temas de sostenibilidad.
Justificación de la solución.
Justificación de la solución.
Al mismo tiempo de estar haciendo una acción positiva en la sociedad, estarían creando su primer producto.
Wallapop estaría estimulando la compra-venta de artículos de segunda mano, siempre con las mejores condiciones posibles. Nuestro objetivo principal es dar a conocer el producto, ya que es nuevo en el mercado; del mismo modo que lo sería Wallapop en el mercado de productos.
Queremos que la comunicación sea clara, concisa y sencilla, siempre utilizando el tono irónico y humorístico que caracteriza a la marca. Queremos llegar al punto de no solo vender el subrayador, sino la experiencia de reutilizar, reciclar y ahorrar.
Una vez visto y analizado tanto el diseño del producto como la empresa que lo comercializaría, dándole una razón de ser, es el momento de articular el proyecto en un vídeo explicativo donde se definan más en detalle las características concretas de la solución aportada.
Con el objetivo de intentar que el mensaje llegue al máximo número de personas, se han diseñado algunos carteles publicitarios.
La idea de estos carteles era simplemente seguir una misma línea estética y demostrar que realmente sería posible crear una campaña completamente coherente y concreta, para comunicar, de una forma exitosa y diferente, un producto tan conocido como un subrayador.
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